sábado, 9 de agosto de 2014

Los Zenues


LOS ZENÚES

En los actuales departamentos de Sucre y Córdoba, existió un pueblo conocido como los Zenúes.
Los Zenúes fueron la única cultura que estableció un gobierno centralizado, por los tres grandes caciques, El cacique de Panzenú, el de Zenufana y la gran Cacica de Finzenú.
La estructura se le puede llamar centralizada, pues los caciques de los tres territorios eran hermanos y los de Panzenú y Zenufana le debían tributo a la Gran Cacica de Finzenú, quien era su hermana mayor. El sistema centralizado, causó la concentración de los Zenúes en grandes ciudades, y no en pequeños poblados independientes. Estas ciudades son: Yapel (Hoy Ayapel, Córdoba), Mexión (Tuchín, Córdoba), Faraquiel (Al Sur de Montería) y la gran capital de Finzenú (Montería, Córdoba).
No hay registro de los mitos de los Zenúes pero se sabe que contaban la historia de hydju θun gran diluvio que inundó todo. Desde ese diluvio los Zenúes aprovechaban el tiempo seco para cavar canales que drenaran el agua, pues además de las frecuentes lluvias, la tierra de los Zenúes era regada por caudalosos ríos: el río Sinú y su cuenca así como el Cauca y sus tributarios. Los Zenúes se dedicaron a construir canales hasta dejar una red intrincada que unía las cuatro ciudades y los pequeños pueblos. Se sabe que los zenues construyeron una red secundaria de caminos que bordeaban las montañas y en las zonas altas de las planicies para mantener conectadas las ciudades y el campo durante las sequías y las inundaciones. Estos grandes canales fueron en su mayoría enterrados por los españoles al colonizar Córdoba a mediados del S. XVII. Aun así, en la zona de la depresión momposina, poco explorada por los españoles, se puede admirar esta magnífica obra de ingeniería.





Las grandes ciudades eran interdependientes: 

  • Mexión, que rondaba los 25 000 habitantes, en su mayoría tejían canastos, sombreros, viseras, mochilas, taparrabos, mantas, hamacas y otros utensilios. Las mochilas y taparrabos eran de algodón que recogían, hilaban, tejían y teñían.
  • Yapel, un poco más grande que Mexión, con unos 30 000 habitantes, era la ciudad de la alfarería, allí se fabricaban casi todos los artículos de barro del País Zenú. 
  • Finzenú, era la capital del país, y aunque Yapel era la capital de Panzenú, y Zenufana tenía también la suya, los caciques de estas, relegaban su posición a la de regiones de la nación Zenú. Finzenú tenía alrededor de 70000 habitantes, y era la ciudad más grande. Además de ser el centro de la vida administrativa y la residencia de la gran Cacica de los Zenúes, era el centro productor del oro Zenú, pues el río Sinú le daba el mineral.
  • Faraquiel, la ciudad espiritual de los Zenúes, no lejos de Finzenú. Al templo de Faraquiel, todo buen Zenú debía ir, siquiera una vez en la vida. La interdependencia de las ciudades era que entre ellas se exportaban e importaban los productos de cada una, ninguna era autosuficiente, esto garantizó la estabilidad territorial Zenú. Aun así, cada región tenía sus espacios de agricultura que explotaba independientemente.



El Templo de Faraquiel era el centro de la vida religiosa, quedaba en la cima de una colina. Consistía en un gran bohío rodeado de árboles, a los que les colgaban campanillas de oro en las ramas, y dentro del bohío había seis ídolos gigantes de oro puro, de los que colgaban hamacas llenas de ofrendas de oro. En la cultura Zenú no existía la deificación de los caciques ni de los templos ni de los sacerdotes. Hasta la gran cacica de Finzenú concedía audiencias a ciudadanos rasos; todos podían entrar a los templos libremente y dar sus ofrendas, a diferencia de culturas como la Quimbaya y la Muisca. Aunque podían ser vistos, salir en público, y conceder audiencias, los caciques no podían tocar el suelo desnudo, ni ser tocados por nadie.



Los ritos mortuarios Zenúes eran bastante simples pero esto no les restaba belleza. Cuando alguien moría era llevado en una chalupa por los canales hasta Finzenú donde todos los Zenúes eran enterrados. Si era un importante dignatario, la misma cacica de Finzenú presidía en su chalupa. Todos los muertos eran enterrados mirando hacia oriente para que todos los días vieran la salida del sol. Realmente la muerte para los Zenúes no era triste, lo tomaban con un aire festivo, pues pensaban que ahora la vida era más feliz, ya que el espíritu no tenía un cuerpo al que le deba obligaciones y ahora es todo diversión. Los asistentes al rito, beben y comen, mientras pisan la tierra donde la persona va aser enterrada. Al final del entierro, se siembra un árbol sobre el montículo y se disuelve la reunión.
Los Zenúes, con sus falencias como nación, avanzaron notablemente, en materia administrativa y en la producción, además de domar los ríos Zenú y Cauca, su exquisita orfebrería, es única entre las precolombinas, pues ellos dominaron el arte de la filigrana, cosa que ninguna otra logró. Los Zenúes fueron la última Cultura en ser encontrada y conquistada por los españoles, es más, en la actual Córdoba, existen herederos de los Zenúes.


http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_precolombina_de_Colombia#Los_Zen.C3.BAes

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